Quiero que se callen las voces que gritan. No están dentro de mí, no están fuera, están.
Quiero que callen las voces que gritan porque cuando callen sabré que están en paz, sabré que por fin dejaron este mundo que las hizo gritar de dolor, de tristeza.
Quiero que dejen de gritar porque cuando lo hagan el mundo será un mejor lugar para vivir.
Quiero que nos acompañemos en este andar triste que como cómplices de todo lo inhumano, hemos sido todos los humanos.
No hay bondad ni maldad completa, hay amor y odio, dolor y tristeza, alegría.
Quiero que callen las voces que gritan por ti, por mí, por este mundo colmado de maravillas y que no se viven.
Es urgente entrar en el sentir humano, hacerlo vibrar y dejarlo fluir, que llore, que grite y que vuelva a ser humano.