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martes, 26 de abril de 2011

Desde aquél día


Desde aquel día en que el águila y el cóndor se unieron, desde ese día en que derramaron sus lágrimas, algo empezó a cambiar más drásticamente en el mundo.

"El día en que la unión de las lágrimas que broten (desde los corazones) del Águila y del Cóndor, sanarán las heridas y fortificarán los espíritus, los cuerpos y las mentes de los Primeros Pueblos. Los guerreros (de la Luz) repelerán las espadas de los enemigos y darán término a la opresión, la explotación y la injusticia (vicios de tercera dimensión) en nombre de la Libertad". Así dice una antigua leyenda que forma parte de la tradición de todos los pueblos. Aunque ahora, ni nunca los hombres han sido puros, ni lo serán. La maldad humana es parte de su esencia. La bondad es algo que se aprende. Desde niños nuestros padres nos dicen qué hacer y qué no hacer. Pero aquellos sabios, en verdad sabían.

En la actualidad poco sabemos, poco se dice, se lo tragó el agua, se lo coció el hielo, se lo destruyó el sol, el hambre, la maldad humana, la falta de paz, de luz, de amor.

Había un tiempo cuando en la tierra los seres humanos se empeñaron en destruirse unos a otros como si sus cuerpos fueran eternos, como si nada fuese a acabar para ellos, como si el mundo fuera ellos, como si ellos fueran la luz y la razón de todo. Se acabaron a los humanos, a los animales, a las plantas y cuando ya no quedaba más se destruyeron a sí mismos, jugaron a ser dioses y se convirtieron en víctimas de su propio juego.

La tierra era un caudal de maravillas y lo mismo convivían seres humanos que animales y toda clase de vegetación.

Cuentan las historias, mezcladas con mitos y leyendas, que la tierra ya empezaba a protestar, que empezó a escasear la comida, el agua, y sobraba la lluvia, la sequía, las enfermedades salidas de todos lados, de las inundaciones, de los animales muertos, de la gente muerta, de putrefacción de la ciencia…

Todo eran pedazos de historia que trataban de explicar la vida. Las tradiciones heredadas de generación en generación.

Los sobrevivientes llevaron con ellos más miedo que historia, más terror que libros, aprendieron a sobrevivir

Se nos perdió el pasado, sólo quedan vestigios de algo horroroso que pasó en algún momento de la historia de este planeta, de los ancestros. No sabemos de manera exacta cómo es que sobrevivieron algunos y otros no.

3 comentarios:

  1. Qué el renacer sea fortalecerse, sin volver a usar la vanidad. No somos eternos.


    Buen día y un saludiño, Laura!

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  2. Bien nos vendría llevar esta historia en la cartera o dormir con ella, bajo la almohada.Es que son tantos los que no se dan cuenta del significado que posee el vocablo, futuro.
    Gracias Laura

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  3. Lindas, gracias.
    Susi, me encanta verlo como un renacer.
    Corazón lindo llevarlo en la cartera o dormir con ella.
    Creo que me puedo acurrucar y renacer :)

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